Tras una serie de eventos desafortunados de aquí y de allá de aquellos que hacen que la vista se vuelva gris, insípida, amarga en tragos.
Me encuentro mirándome y pensándote apelando a la poca energía que queda en mis huesos cansados de la rutina para levantar oraciones en tu nombre.
Pensamientos sonrientes, recuerdos con sol, absurdas conversaciones de la vida seria a la que debemos responder para entrar en el estándar social, y caer en cuenta de que somos quien somos y como somos, somos bien.
Me doy cuenta que tras los eventos desafortunados, el estrés del día a día en el panorama gris,el solo pensarte transforma .
Atardeceres en la bahía de tus sueños, aquella que te llena con suspiros cálidos de playa sin que los otros puedan entenderlo bien a bien; nunca antes una brisa susurró un nombre tan fuerte. Miradas profundas, tiempos mágicos , miles de instantes que tienen tu sentido.
Ahí, ahora, es cuando un suspiro te mira, te besa, te abraza, te alienta a seguir con paso firme hasta el ultimo camino por recorrer mostrando al mundo, el hermoso color de tu alma.
Annie,
